EL MIEDO

De tantas veces que corría detrás de mí sin alcanzarme, me escribió una carta:

Llevas toda la vida huyendo de mí, temiéndome, sufriendo por decir que me sentías, pero tu verdadero sentir es que temías sentirme. ¡No me has sentido nunca! Al no detenerte, sólo has tenido una idea de lo que yo te haría sentir.

Por eso te escribo hoy, amiga. Ya es hora de detenerte, de detenerte para sentirme. Sí, soy eso que todos temen pero que nadie se detiene a sentir. Soy ese miedo temido, que ha pasado toda la vida corriendo detrás de ti, pero no para que me temas, sino para que te impulses. ¡Te invito a sentirme! ¡Te invito a que me utilices! ¡Te invito a que te transformes a través de mí! Te invito a mirarme con los ojos del amor, como yo siempre te he mirado a ti.

Con amor, tu amigo:
El MIEDO.

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